Los niños y el dentista: La necesidad de una visita temprana
Los niños y el Dentista. Luz Dental. Clínica dental en Avilés
La atención odontológica temprana en niños no es solo una medida preventiva; es una inversión en la salud bucodental y general de los pequeños que repercutirá positivamente a lo largo de toda su vida. Desde el momento en que aparecen los primeros dientes, se establece el fundamento para una sonrisa saludable y una adecuada función masticatoria. La necesidad de acudir al dentista en una edad temprana, puede favorecer a la evasión de problemas dentales en el futuro.
Recomendaciones para una buena salud bucodental en bebés
Para fomentar una salud bucodental óptima en los niños, es esencial adoptar prácticas saludables desde una edad temprana. Aquí profundizamos en las recomendaciones clave:
- Lactancia Materna: La lactancia materna no solo proporciona la nutrición ideal durante los primeros meses de vida sino que también juega un papel crucial en el desarrollo bucal del bebé. La acción de succionar el pecho materno promueve el correcto desarrollo de los músculos orales y la mandíbula, lo que puede resultar en una menor incidencia de maloclusiones y problemas dentales en el futuro.
- Uso Adecuado del Biberón: Es importante utilizar el biberón de manera adecuada para evitar problemas como la caries del biberón, que ocurre cuando los dientes están en contacto frecuente con líquidos que contienen azúcar. Para prevenir esto, evite que el biberón se convierta en un sustituto del chupete, especialmente durante la noche o en momentos de siesta. Asegúrese de que el biberón contenga solo agua si el niño se acostumbra a dormir con él.
- Higiene y Cuidado: La higiene bucal debe comenzar incluso antes de la erupción del primer diente. Limpiar suavemente las encías del bebé con un paño limpio y húmedo después de las tomas puede ayudar a eliminar los residuos de leche y reducir la acumulación de bacterias. Una vez que los dientes comiencen a erupcionar, utilice un cepillo de dientes suave diseñado para bebés y una cantidad mínima de pasta dental con flúor.
Primera revisión dental
La revisión por parte de un ortodoncista cuando el niño cumple los 6 años es la mejor manera de detectar a tiempo problemas que pueden resolverse de un modo sencillo mientras dura la etapa del crecimiento y, que, por el contrario, son difíciles y costosos de resolver en la edad adulta.
Así lo recomiendan las principales asociaciones ortodóncicas del mundo, entre ellas la Asociación Española de Especialistas en Ortodoncia, que preside Juan Carlos Pérez Varela, que explica que «Mientras el niño se encuentra en etapa de crecimiento se pueden tratar de forma precoz ciertas maloclusiones de una forma muy sencilla, simplemente con un aparato que removible (que se pone y se quita por las noches) que, en cambio, cuando se trata de un adulto o incluso un adolescente hay que recurrir a la cirugía para solucionarlo».
Muchos padres ignoran que es recomendable que, en cuanto empiezan a erupcionar los primeros dientes, entre los seis y los ochos meses, llevar al bebé al dentista de cabecera o al odontopediatra para corroborar que el crecimiento es correcto, pero si el dentista de confianza confirma que todo va bien no es hasta los 6 años cuando es necesario que los revise el ortodoncista.
Hacer un buen uso del chupete
El chupete es un instrumento muy útil, tanto para los niños como para sus padres, y que no produce malformaciones dentales si se abandona antes de los tres años.
Un trabajo publicado en la revista «General Dentistry» ha demostrado que si se deja de usar antes de cumplir los dos o tres años, los perjuicios sobre la dentición son reversibles. Es verdad que al introducir el chupete y succionar de forma no nutritiva (el objetivo no es ingerir alimento) los dientes centrales inferiores se desvían paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el mismo plano, pero en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Con el tiempo, los caninos (colmillos) chocan entre sí y ambas filas de dientes no se cierran correctamente (mordida abierta).
Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo (mordida cruzada). Sin embargo, se calcula que para que las malformaciones sean evidentes, es necesario ejercer una presión más o menos constante durante unas seis horas diarias. El uso permanente del chupete descoloca los dientes pero vuelven a reubicarse unos meses después de interrumpir su utilización. El motivo es que no llegan a producirse malformaciones de la articulación temporomandibular ni deformaciones óseas significativas que modifiquen la arcada dental definitiva. Hay que prestar atención al tamaño del chupete en relación a la boca del bebé, porque si no es adecuado potenciará que se puedan generar deformaciones.
En Luz Dental somos expertos y garantizamos una correcta salud bucodental. Ponte en contacto con nuestros Clínica dental en Avilés y solicita ya tu cita. Los niños y el Dentista.